lunes, 10 de febrero de 2014

Tenes que cagar más alto que tu culo

Cada vez que escucho estas frases “no pidas más de lo que podes”, “no creo que te dé el cuero”, “ese tipo quiere cagar más alto que su culo” “demasiado ya pretendes” “sos muy ambiciosa” “¿Para qué ganar tanta plata si sos tan joven?” me pongo a pensar… será pio que esta gente tiene sueños?

Conozco a tanta gente que los tiene… sus sueños son más grandes que la Tierra, más lejanos que Plutón, más difíciles que encontrar un unicornio rosado en tu patio y más perfectos y justos que un beso de madre antes de dormir.

Esta misma gente es la que antes de cumplir 18 años se dio cuenta que quiere alguna vez tener y cumplir con todo lo que no pudo antes. Con eso que la vida no le facilitó. Con eso que sus padres no le pudieron dar. Con eso que no estaba ahí, al alcance de sus manos pero que nunca dejó de estar en sus cabezas. Pese a todo nunca dejaron de soñar.

Entonces te das cuenta que nada está dicho y que todo lo podes conseguir con tu esfuerzo, con tu trabajo y que para cumplirlo no necesitas más que tus valores, tus virtudes y tus ganas como herramientas principales. Eso, en serio, ya te garantiza el éxito.

¿Esa es la definición de la tan culta, conocida y renombrada frase “cagar más alto que tu culo”? ¿Querer una vida más digna, buscar nuevas experiencias, trabajar duro para ganar un salario “digno” (teniendo en cuenta que trabajas en Paraguay y sos menor de 25), pensar en una casa propia, en un auto, en viajes y en llevar a tus hijos a un buen colegio (caro), es a lo que llamamos “volar alto”? (no te olvides de agregar a esta frase el tono sarcástico de esa gente que odia que tengas sueños y peor luego si ve que se te cumplen).

Dejame decirte que si es así, entonces le doy la razón a mi tía y al hombre que colaboró con su esperma para que yo nazca cuando me dicen “demasiado pretenciosa sos, queres cagar más alto que tu culo”.

Cada vez que la gente te salga con una patada en el trasero con estas, acordate que nadie más va luchar por tus sueños. Nadie va venir a regalarte plata y a decirte que tu vida está resuelta y que de ahora más podes vivir de vacaciones sin preocuparte por nada. No hay ni una posibilidad, ni si ganas Senete, lo siento.

Todos los días hay que levantarse con ganas de superación, con ganas de dar lo mejor hasta en las más mínimas acciones. Con ganas de crecer.  Lo único que importante, independientemente de cuál sea tu meta, es que en el proceso no pierdas los valores, la inteligencia, la imagen sonriente de los que amas y te apoyan. 

La cara de tu mamá, y el futuro de tus hijos, que dependen completamente de vos. Porque una mamá o un papá que se supera como persona deja mejores hijos al planeta, eso debería estar comprobado.


PD.: Acepto editores ad honorem para el material.

lunes, 26 de agosto de 2013

Disminuyen asaltos en barrio San Vicente

Efectivos policiales de la comisaría 18ª Metropolitana informaron que los robos y asaltos en el barrio San Vicente de Asunción disminuyeron considerablemente en los últimos meses.

Hechos delictivos, en especial robos y asaltos en el barrio San Vicente de Asunción, disminuyeron en los últimos meses, según informaron efectivos de la comisaría 18ª Metropolitana.

La ola delictiva del barrio capitalino tuvo un pico bastante alto a mediados del 2012, cuando los asaltos en la zona eran constantes, especialmente en horas de la tarde y noche.

A estos delitos se le suman los robos domiciliarios, donde el botín es todo aquello que esté al paso de los delincuentes que ingresan  a las casas (sillas, secarropas, prendas de vestir, y hasta botellas de plástico y vidrio) preferiblemente en horas de la madrugada.

La Policía asegura que el motivo principal que lleva a cometer hechos delictivos es el consumo de drogas, como crac y marihuana.

Varias viviendas, como inquilinatos y casas alquiladas a terceros, funcionan como locales para la venta  de estupefacientes y la intervención de los uniformados en estos lugares a veces se complica por no conseguir la autorización de los dueños de casa.

Hechos destacados

Stella Romero (18) fue asaltada a comienzo de año cuando estaba frente a su casa, junto con otras dos amigas, realizando un trabajo práctico de la facultad.

“Estábamos sentadas frente a casa, porque hacía mucho calor y no había luz, haciendo un trabajo práctico que teníamos que presentar en la facultad, comenzaba recién las clases”, recuerda la joven estudiante.
Comentó que a bordo de una motocicleta, dos hombres, a cara descubierta y con arma de fuego en mano los despojaron de sus pertenencias, celulares, billeteras y la notebook.

“Ya no pudimos recuperar nuestras cosas, pero así también, ya no nos animábamos a salir a la calle”, señaló.


Al igual que Stella, varios jóvenes, estudiantes y vecinos de San Vicente fueron víctimas de algún asalto, por lo que los controles policiales se intensificaron con la presencia constante de patrulleras.